Los aceites esenciales son productos de origen vegetal, constituidos por mezclas complejas de compuestos orgánicos volátiles, que comúnmente se obtienen por destilación en corriente de vapor de agua o por expresión del pericarpio en el caso de los cítricos.
Por ser volátiles, los aceites esenciales son los responsables del olor y sabor de muchas plantas medicinales. Se obtienen de la raíz, semillas, plantas, flores, arboles, frutas y cascaras.
En cuanto a sus propiedades físico-químicas son productos de carácter lipófilo, líquidos a temperatura ambiente, pudiendo solidificar a baja temperatura (como la esencia de anís), transparentes, incoloros o amarillentos, menos densos que el agua e inflamables.
Debido a su carácter lipófilo son solubles en disolventes orgánicos, alcohol y aceites fijos. En cambio son básicamente insolubles en agua, aunque alguno de sus componentes mas polares (fenoles) se puede solubilizar de forma parcial a elevadas temperaturas.
Según su naturaleza química, se pueden clasificar en moléculas de naturaleza terpénica y moléculas no terpénicas.
Algunas plantas liberan resinas y combinaciones de terpénos para actuar como antimicrobianos, antifúngicos y antivirales
Bibliografía: Revista de Fitoterapia 2010; 18 (2): 101-136. Revista de fitoterapia vol.23. Num.7, paginas 88-91 (Julio 2004).
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